Gustavo de Maeztu en los periódicos de su época

Gustavo de Maeztu en los periódicos de su época

El Centro de Documentación del museo alberga entre sus fondos noticias sobre Gustavo de Maeztu que aparecían publicadas en diferentes periódicos españoles de la época.

 

ABC (artículo de Azorín) – 31 de octubre de 1905

Escarbando en el Centro de Documentación del museo encontramos esta noticia sobre los Maeztu. El 31 de octubre de 1905, el diario ABC publicó un artículo de Azorín (José Martínez Ruiz) dedicado a Ramiro, María y Gustavo aprovechando que la hermana se encontraba en Madrid pasando unos días.

De Ramiro dice que es el “gran periodista” que todos conocen, con un estilo apasionado y nervioso, lleno de movimiento. A estos tres rasgos característicos de Maeztu hay que incluir lo que Azorín denomina “el don de lo inesperado”; según él, nadie antes había poseído tan precioso y, al mismo tiempo, raro talento y habilidad. Los lectores se quedan maravillados con sus escritos. Al comenzar a leerlos, nadie sabía ni por dónde nos iba a llevar ni cómo iban a terminar. La generación de escritores a la que Ramiro pertenecía trajo al mundo de la literatura un ansia de cultura y un espíritu de realidad que se había perdido y que entonces parecía que se iba recuperando. Su hermano Gustavo le pintó un cuadro que se expone en el Museo Gustavo de Maeztu.

A María la destaca como la “gran maestra y pedagoga”. Por aquel entonces, el Ayuntamiento de Bilbao estaba llevando a cabo una labor de reconstitución pedagógica, y María era una de sus más activas cooperadoras. Era tan grande su afán renovador que convirtió a las escuelas primarias bilbaínas en las más modernas, progresivas y mejor servidas de toda España. Azorín llega a decir que nada se echaba en falta en ellas, había de todo y la ciudad no les negaba nada, lo que María proponía y sugería se implantaba en las clases. En definitiva, María de Maeztu puso todas sus energías y esperanzas en lograr una educación de calidad en España y a ello dedicó toda su vida. Es por eso que su hermano Gustavo le dedicó un homenaje en forma de cuadro que también puede visitarse en nuestro museo.

Y por último, tenemos a Gustavo, el tercero de los hermanos, que en aquel entonces era tan solo un muchacho de 18 años. Así como Ramiro se dedicó al periodismo y María a la educación, Gustavo se entregó por completo a la pintura. Dotó a sus obras de una “espiritualidad y energía” que no se veía en el panorama artístico español desde los tiempos de Goya, y que tanto él como sus contemporáneos (Zuloaga, Anglada, Regoyos, etc.) se dedicaron a plasmar en sus cuadros. Tal era la afición por la pintura que, en palabras de Azorín, “pinta cuadros y cuadros en pocos día”. Termina diciendo que, los que le han visto trabajar y dedicarse con pasión a sus cuadros, ven en él “el admirable comenzar de un amigo”.

 

 

La Correspondencia de España – 16 de mayo de 1919

Este pequeño texto que se publicó en La Correspondencia de España, el 16 de mayo de 1919, para conmemorar los ocho años de la finalización de la segunda novela que escribió nuestro pintor. Porque Gustavo de Maeztu, además de pintor, también fue escritor, y en 1911 vio la luz su novela titulada El Imperio del Gato Azul.

En la noticia del periódico se menciona que esta obra estaba prologada nada menos que por su hermano Ramiro de Maeztu, un reputado escritor perteneciente a la Generación del 98. Ramiro sostiene en el prólogo que su hermano Gustavo «no escribe la novela de las cosas que ve, sino de las cosas que sueña y desea».

A través de El Imperio del Gato Azul, podemos apreciar la naciente personalidad de un escritor de raza, de un verdadero poeta.

 

Diario Vasco/Diario de Navarra – 25 de octubre de 1935

Esta entrevista se publica a tenor de una exposición y venta de sus obras en el Club Cantábrico.
En ella, el lector puede percibir su personalidad inquieta, su agudeza irónica y su humor, y el relato en primera persona de sus inicios en el mundo de la pintura, de la dificultad por hacerse hueco y vivir de ello. También, de lo que extrañaba Londres.
 
El artículo, escrito originalmente en el ‘Diario Vasco’, lo recogió ‘Diario de Navarra’ en este texto de su hemeroteca que os mostramos.