Curiosidades del Palacio de los Reyes de Navarra

Curiosidades del Palacio de los Reyes de Navarra

El legado más importante del arte románico navarro son las iglesias, pero junto a ellas se edificaron un buen número de construcciones civiles igualmente interesantes (palacios, torres, castillos, hospitales, fuentes, etc.).

ARQUITECTURA

En la ciudad de EstellaLizarra se encuentra el único edificio románico de carácter civil en Navarra, y de los pocos que hay en España junto con el castillo de Loarre (Huesca) y las murallas de Ávila; estamos hablando del Palacio de los Reyes de Navarra. Tiene una estructura en forma de U, con tres fachadas que dan a la calle de la Rúa, a la plaza de San Martín y al río. Sin duda, la más importante, desde el punto de vista arquitectónico, escultórico y decorativo, es la de la Rúa, en primer lugar, porque por delante de ella discurre el Camino de Santiago y, en segundo lugar, porque su orientación sur es la más favorable para la residencia.

Arquitectónicamente, el palacio constaba en origen de dos niveles (el tercero, de ladrillo, es del siglo XVIII). En el lado de la Rúa, el inferior se caracteriza por la presencia de cuatro grandes arcos de medio punto que, se piensa, darían acceso a una sala usada para administrar justicia; y el primer piso tenía la función de planta noble, iluminado también por otras cuatro ventanas con arquillo, columnas y capiteles esculpidos. La fachada que da a la plaza también tiene ventanas en el primer piso, mientras que en el nivel inferior solo hay muro. La tercera de las fachadas incluía la torre. Se desconoce cómo era la ordenación interior.

USOS DEL EDIFICIO

Hasta que se convirtió en Museo Gustavo de Maeztu (14/06/1991), en los últimos tiempos se le conocía como Palacio de los Duques de Granada de Ega, por ser estos sus propietarios. Se han encontrado documentos que acreditan su condición de residencia regia desde el siglo XIII, y tenemos la certeza de que en el siglo XIV los reyes disponían de una casa en la Rúa, que también era habitada por funcionarios reales, pudiéndose tratar de este edificio.

Ha habido opiniones que han querido ver en esta construcción una casa de juntas concejil, pero que rápidamente hay que descartar, porque el concejo de Estella se reunía en la iglesia de San Martín, justo al otro lado de la calle. También se ha llegado a pensar que el edificio se utilizó como lonja, perteneciente al monasterio de Irache; sin embargo, parece poco probable que un monasterio embelleciese, de la manera que lo hizo, un edificio comercial.

Por tanto, y resumiendo, la hipótesis más verosímil es la de que fue palacio real. No disponemos de referencias arquitectónicas o documentales que permitan fijar la cronología, pero puestos a encontrar un promotor, el monarca Sancho VI “el Sabio” es el que presenta una trayectoria política y artística más proclive a este tipo de construcciones.

 

Para ampliar la información recomendamos consultar la siguiente obra:

FERNÁNDEZ LADREDA, C. (directora), MARTÍNEZ DE AGUIRRE, J. y MARTÍNEZ ÁLAVA, C.J.: ‘El Arte Románico en Navarra’, Gobierno de Navarra, Pamplona, 2002, pp. 288-293.

Acceso online al libro: http://www.culturanavarra.es/es/el-arte-romanico-en-navarra

 

CAPITEL DE ROLDÁN Y FERRAGUT

El gran atractivo del Palacio de los Reyes de Navarra son sus capiteles, fundamentalmente los que se encuentran en la planta inferior de la fachada que mira a la iglesia de San Pedro de la Rúa. En su mayoría, son de temática vegetal, salvo dos que son historiados, uno de los cuales es el que viene a continuación.

Se trata del capitel dedicado al combate entre Roldán y Ferragut, un episodio legendario de carácter profano, aunque susceptible de una interpretación cristiana moralizante: Roldán representa al caballero cristiano y Ferragut al musulmán.

El relato comienza en el lado izquierdo del capitel, donde se puede apreciar a un guerrero -posiblemente Ferragut- portando una lanza con pendón y un escudo redondo, dirigiéndose al combate. El episodio continúa en la cara opuesta del capitel, donde Ferragut y Roldán aparecen luchando a pie, el primero con maza y con la cabeza al descubierto, y el segundo con con escudo almendrado (decorado con una cruz) y espada. Por último, en el frente del capitel se ha decidido plasmar el enfrentamiento final a caballo, ambos con armadura, escudos y lanzas. Es muy curioso el detalle de la lanza de Roldán clavada en el ombligo de su enemigo, al tiempo que la de Ferragut se rompe al chocar con el escudo de Roldán. Entre ambos caballos se ha esculpido a Ferragut decapitado mientras cae del caballo.

Hay expertos que han sugerido una posible influencia de la pelea entre David y Goliat, de quien, según la crónica, descendía Ferragut. A pesar de ser un capitel de temática profana, no se descarta una posible intención moralizante, ya que se podrían interpretar el combate entre Roldán y Ferragut como una lucha entre la soberbia y la humildad, por lo que estaríamos ante una psicomaquia, es decir, una representación alegórica en la que las virtudes humanas son representadas por personas para entablar una lucha contra los vicios, también personificados.

Este capitel también ha despertado interés por ser el único que lleva la firma del posible escultor.

Para ampliar la información, recomendamos consultar la siguiente obra:
FERNÁNDEZ LADREDA, C. (directora), MARTÍNEZ DE AGUIRRE, J. y MARTÍNEZ ÁLAVA, C.J.: El Arte Románico en Navarra, Gobierno de Navarra, Pamplona, 2002, pp. 362-364.

Acceso online al libro: http://www.culturanavarra.es/es/el-arte-romanico-en-navarra

 

CAPITEL DE LOS VICIOS

El segundo capitel historiado es el de los vicios, ubicado en la columna superior del lado derecho de la fachada que mira a San Pedro.  Se trata de un capitel con un claro mensaje religioso y moralizante.

En la cara izquierda se ha representado un burro tocando el arpa ante otro mamífero, en concreto un león, que le escucha con gran atención y con la boca abierta. Hubo un tiempo en que se sostuvo que esta escena representaba la pereza espiritual o acedia, pero recientes estudios han llegado a la conclusión de que lo que se está plasmando es la presunción.

En la cara frontal continúan los vicios. En este caso se trata del castigo de la avaricia: dos avaros, ambos con la bolsa de monedas característica, son conducidos por un demonio al infierno, representado por una caldera que se encuentra en la esquina derecha y bajo la cual arde un buen fuego atizado por otro diablo; al mismo tiempo, dentro de la caldera hay más condenados que no pueden salir porque más diablos les infligen nuevos tormentos.

 

Para terminar, en la cara derecha del capitel se ha representado una mujer desnuda con los pechos mordidos por serpientes, es decir, se ha plasmado el vicio de la lujuria. La mujer también es conducida a la caldera infernal.

Para ampliar la información, recomendamos consultar la siguiente obra:

 

CAPITELES VEGETALES Y ANIMALÍSTICOS

El motivo por el que estos capiteles pasan más desapercibidos es porque interesan menos iconográficamente hablando, ya que se trata de capiteles estrictamente ornamentales, a diferencia de los otros, que poseen un carácter moral y ejemplarizante.

Si empezamos a fijarnos en la fachada que da a la Rúa, vemos unos capiteles muy interesantes. En la primera ventana (comenzando por la izquierda) son mayoría los capiteles vegetales decorados con hojas, no obstante hay uno con unas arpías afrontadas tocadas con un velo y coronadas, con la particularidad de que el velo aparece como agitado por el viento.

En la segunda ventana, llama la atención el capitel central, donde se pueden apreciar cómo unas aves se enfrentan entre sí, y cuyas alas se diluyen en la vegetación. De la tercera ventana destaca el capitel central, y es que en él se ha representado un duelo a espada entre dos infantes perfectamente armados con loriga, casco y escudo, tal y como aparecían representados Roldán y Ferragut. Y la cuarta ventana, vuelve a ser llamativa por dos capiteles: en el primero hay unas aves afrontadas con cuellos largos enroscados sobre sí mismos y con colas en espiral; y en el segundo, unas arpías afrontadas con cola también en espiral, que casi parecen besarse.

 

 

 

 

Se trata de capiteles muy sencillos, con una temática muy repetitiva, sobre todo la de las arpías, pero que embellecen el edificio dotándolo de un cierto atractivo del que carecería si los escultores no hubiesen trabajado las ventanas.

 

Junto a estos capiteles, cabe destacar también algunos elementos decorativos presentes en la cornisa del edificio. Se trata de la presencia de una cabeza humana (parece de mujer), de tres piñas y de un pez (las escamas son perfectamente visibles).

 

Para ampliar la información, recomendamos consultar la siguiente obra:

 

TALLER Y CRONOLOGÍA

Según los historiadores del arte, la autoría de todos estos capiteles podría atribuirse al mismo taller que trabajó en el claustro de San Pedro de la Rúa. Tal atribución queda patente en las numerosas coincidencias apreciables entre ambos. Tanto la temática como el estilo de los capiteles del palacio parecen coincidir, aunque con algunas variaciones, con los capiteles del citado claustro.

Otro argumento que reafirma esta hipótesis de la participación en ambos edificios de un mismo taller es el empleo en los guardalluvias y cimacios de las ventanas del palacio de un motivo a base de dos hileras de dientes de sierra que también encontramos en la iglesia petrina.

En cuanto al director del taller, los expertos apuntan a que podría tratarse de Martín de Logroño, el mismo que esculpió y firmó el capitel de la lucha de Roldán y Ferragut; la firma podría considerarse como un acto de hacer constar su importancia dentro del taller. Lo que está claro es que una sola persona no podía realizar la escultura de ambas edificaciones, por lo que hay duda sobre si contó con colaboradores, algunos de los cuales parecían tener conocimiento de la escultura francesa del momento, tal y como demuestran algunos temas y elementos representados.

En cuanto a la cronología, se puede tomar como punto de partida su relación con el claustro de Silos, puesto que en ciertos capiteles hay claras influencias silenses. El segundo taller de Silos, que es del que se han tomado las influencias, se ha datado en torno a 1160, por lo que las esculturas estellesas serían algo posteriores a esa fecha. Otro elemento a tener en cuenta es la edificación del muro de la iglesia sobre el que se empezó a construir el claustro, y que dataría de la última década del siglo XII.

Como es obvio, los capiteles del Palacio Real son posteriores a los del claustro, ya que en las ventanas se repiten temas y escenas presentes en el mencionado claustro. Hay un capitel dedicado al infierno que, tanto por los rasgos compositivos como iconográficos, remiten al gótico francés de principios del siglo XIII, lo que ha llevado a los expertos a fechar este capitel en ese momento. Por lo tanto, el resto de capiteles del palacio también serían de principios del siglo XIII, fecha que combina bien con la atribuida al claustro.

Para ampliar la información, recomendamos consultar la siguiente obra: